Los científicos, en el curso de la investigación, llegaron a una conclusión inesperada: la bebida más dañina para el cuerpo femenino es la cerveza.
El uso incontrolado de cerveza por parte de las mujeres no solo puede arruinar la figura, sino también cambiar su fondo hormonal. El hecho es que el lúpulo contiene fitoestrógenos, un compuesto vegetal no esteroideo que tiene un efecto nocivo sobre el sistema hormonal de las mujeres, lo que conduce a irregularidades menstruales y, a menudo, infertilidad.
Desde hace tiempo se sabe que el consumo de cerveza afecta el aumento de peso, porque una botella contiene hasta 250 kcal, que es la mitad de una comida completa. Y gracias a los componentes especiales que componen la cerveza, puede estimular el apetito.
Además, los científicos descubrieron que el fitoestrógeno puede tener un efecto negativo en el estado del sistema nervioso de las mujeres: se vuelven irritables y llorosas.
