Larisa Kopenkina se apresuró a refutar su entrevista, en la que afirmó que nunca había dudado del interés de su esposo Prokhor Chaliapin en los hombres. Prokhor respondió sucintamente a las palabras de su esposa, enviando un sms con el texto decepcionado "¡Oh, tú!".
Copenkina misma afirma que atribuir Shalyapin a los homosexuales no tiene sentido. La mujer afirma que casi el ex esposo siempre será un hombre cercano para ella y se resentirá de las acciones de los periodistas que hicieron de la entrevista un tema "candente".
Amigos y amigos de Kopenkina no se cansan de asediarla con llamadas, y por primera vez su hijo se puso del lado de su padrastro.